lunes, 19 de abril de 2010

Silencio

Quizás sea porque no estamos lo realmente preparados, O porque la vida nos depara sorpresas que no sabemos controlar, el caso es que el silencio la mayoría de las veces es nuestra mayor virtud y la menos usada. Siempre estamos dispuestos a hablar y a pronunciar aquella palabra que surja efecto o llame la atención del otro y no nos damos cuenta que a veces los adjetivos se clavan en los mas profundo del recuerdo y son imborrables. Una persona se valora por sus palabras, desde el primer Mamá o Papá, hasta el mas doloroso adiós quedan grabados en nuestra memoria y es que muchas etapas de nuestra vida quedan marcadas o no según la palabra dicha o no dicha, cuantas veces en un solo día por decir o no decir lo deseado se te ha escapado la que quizá pueda ser el amor de tu vida, y es que hay que saber pronunciar en el momento adecuado y tener el valor para que suene alto y claro…si no calla para siempre. El silencio siempre esta precedido de un acto imborrable, el silencio antes de un beso, el silencio antes de un abrazo, el silencio de la noche donde aprovechamos la nada para hacer de la almohada nuestra mas linda consejera, hasta en compañía el silencio tiene magia y mas después de perderte en deseos incontrolados, Vete al lugar mas bonito del mundo, cierra los ojos y escucha el silencio, siempre te dirá lo que tu quieres escuchar. Cuando leas estas humildes palabras quizás pienses que lo mejor es que me hubiera quedado callado y seguramente lleves razón, haz tú lo mismo, vete a la cama, desconecta el botón de los adjetivos y sssshhhhh……vive del silencio.

1 comentario:

  1. Tus silencios son culpables
    porque ocultan a un canalla.
    Tu silencio es inocente,
    ya no valen las palabras.
    Silencio en tu barrio,
    silencios vecinos,
    silencio al trabajo,
    silencios de amigos.
    Y te cuestionan, ay, y te cuestionan
    que hay silencios que se olvidan
    y otros hay que no perdonan.
    Qué cobarde es tu silencio
    cuando aceptas tu destino,
    qué silencio más valiente
    cuando callas por tus hijos.

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