miércoles, 29 de septiembre de 2010

Patronas

CAPITULO IV
Nuestra Señora del Rosario (Cádiz)

En el Convento de Santo Domingo los gaditanos veneran a su Patrona, la Virgen del Rosario, que recibe fervoroso culto en el camarín central de su retablo mayor.

Imagen

La imagen actual, inspiración de la antigua desaparecida en los disturbios de 1931 víctima del fuego, es obra del imaginero sevillano José Fernández – Andes, a pesar de ello, la devoción sigue intacta a través de los siglos.

En 1943 se encarga una nueva talla a un imaginero sevillano que estaba en su mejor momento: Manuel José Rodríguez Fernández-Andes, artista muy solicitado en su tiempo, autor de muy bellas imágenes y muy vinculado a la orden dominica pues parece que, además de haber pertenecido a la Orden Tercera de Santo Domingo de Guzmán, había sido novicio en el famoso convento de Almagro (Ciudad Real).

En un documento existente en los archivos conventuales de Santo Domingo se hace constar que el imaginero cobró 2.500 ptas por su trabajo, que fueron abonadas por el padre prior fray Manuel Crespo, el día 15 de septiembre de 1943 y dice el referido documento que "...entrega el escultor una copia fiel de la antigua imagen venerada tradicionalmente en Cádiz y nombrada Patrona de dicha ciudad...". Desde ese día, la Virgen que tallara Fernández-Andes recibe la veneración de todos los gaditanos. Aunque la imagen, en principio, iba a ser una réplica fiel de la destruida en 1931, al final no lo fue, inspirándose, al parecer, en un familiar suyo a la hora de realizar el rostro.

Hermandad

La Hermandad del Rosario, integrada en principio por los esclavos negros residentes en la ciudad, surge a finales del siglo XVI en la antigua ermita del Rosario, hoy parroquia del mismo nombre. Con la llegada a la ciudad de los frailes dominicos y la fundación de su convento, estos se hacen cargo de la dirección espiritual de ésta hermandad, que se traslada llevando consigo a su imagen titular al nuevo templo, en 1636. Esta creciente devoción motiva que a partir de 1691 el capuchino Fray Pablo de Cádiz fundara una por una hasta quince compañías espirituales que cada noche cantaban públicamente los misterios del rosario por las calles de la ciudad.

Por otro lado, la intervención milagrosa de la Stma. Virgen del Rosario en las epidemias de 1681 y 1730, motiva que en 1755, en el terremoto de Liboa que se dejó notar con bastante fuerza en nuestra ciudad, donde los gaditanos asustados corrieron hacia la puerta del convento de Santo Domingo para que los dominicos sacaran procesionalmente a la Virgen para parar la fuera del mar, el Excmo. Ayuntamiento de la ciudad, nueve días después, tuviese a bien nombrarla Patrona y Protectora de la Ciudad de Cádiz, patronazgo que la Santa Sede, mediante bula otorgada y firmada por Pío IX, ratifica el 25 de junio de 1867, siendo obispo de la ciudad Fray Félix.

Próximamente: CAPITULO V: Nuestra Señora del Mar (Almería)






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