
Dicen los cobardes que los sueños, sueños son, yo prefiero ser del lado de
cumplirlos o mantener la esperanza de cualquier día poder decir he cumplido un
sueño. Os voy a contar la historia de un hombre que se hizo anciano sentado en
un jardín esperando cumplir un sueño sin darse cuenta que los sueños vienen a
nosotros como los problemas, pero para cumplirlos hay que buscar la solución
que no tiene números ni ecuaciones, esta se consigue estando en el momento oportuno
a la hora adecuada y armado de valor pues los sueños también son retos que nos
ponemos con un laberinto de dudas y hay que saber llegar a la meta. ¿Cuántos sueños
han caído en saco roto? ¿Cuántos se han olvidado? ¿Cuántos han estado justo
delante de nuestras narices y no hemos sido capaces de ir a por ellos? Lo que sí
está claro que soñar libre es lo más bonito que tiene un sueño, y más vale
tarde que nunca pues el anciano se levantó del banco y murió tranquilo pues fue
feliz cumpliendo su sueño. Quizás agobie tener claro como y no saber cuándo, pero
el tren siempre pasa una vez, solo hace falta estar en la estación correcta, cuando
pase no te quedes sentado, súbete a el pues te llevará al destino que buscas,
ya sabes, está en el corazón………..que sueñen bonito.
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