miércoles, 15 de abril de 2015

¿FÁCIL?


Aprendí una vez de un sabio que las cosas fáciles ni se valoran ni se recuerdan, seguramente si nos paramos a pensar en lo que llevamos vivido nos daríamos cuenta que nos pasamos la mayoría de vueltas que da un reloj cuesta arriba, si yo te diera a elegir entre fácil o difícil todos decidiríamos la misma opción pues el barro con que nos hicieron es de caminos sencillos, el problema viene si cambio la pregunta a elegir entre una meta que merezca la pena o una meta vacía, si es mucho mas sencillo ponernos a caminar en un mismo carril clasificándonos por gustos o formas de ver la vida, ¿por qué nos dejan debatir entre el blanco y el negro? seguramente la respuesta sea porque entre un color y otro hay muchas noches de complicidad, de miradas y de confidencias que consiguen dar sentido a la meta. ¿alguna vez has ido sin saber por qué? seguramente vuelvas con el porqué en la mano, con la lección aprendida y con una sonrisa en la cara. Con esto no pretendo convenceros de que la vida hay que hacerla difícil por naturaleza, simplemente haceros ver que cuanto mas difícil es el problema mas merece la pena resolverlo, sería una pena quedarse con las ganas de buscar la solución y las manijas del reloj no van a parar a esperarte. Madurar como la fruta tiene la recompensa de ver las cosas con la templanza de un banco de madera pero el inconveniente de tenerle miedo al tiempo pues cualquier día puedes caer del árbol, por mas que nos agarremos a la rama la vida nos pone en nuestro sitio, ¿fácil? nunca, ¿bonito? nadie ha vuelto nunca al árbol........

Juan Manuel Cañizares Garrido.

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