jueves, 22 de enero de 2015

¿Caminamos juntos?

La primera vez que caí en una piedra me di cuenta que para ser, primero hay que saber cómo, segundo hay que saber cuándo y tercero y más difícil hay que tener la humildad de dejar de ser antes de que te lo recuerden, cuando alguien es más que tu por destreza, por astucia, por esfuerzo o por suerte hay que saber quitarse el sombrero, no dejes que la vida te recuerde por lo que quisiste ser sin importar la cabeza pisada, cuando por mas que se busca no se atrae, por más que se quiere no se consigue y por mas que se intenta no se encuentra el resultado, es el momento de no pecar en la insistencia pues se corre el peligro de convertirse en el diablo que sabía más que el viejo. Cuando nos centramos en nosotros mismos no nos damos cuenta del vacío que tenemos a nuestro alrededor culpa de nuestro yo hago, yo soy, yo sé.

Caí en una piedra y me senté a su lado, primero para aprender el camino y no tropezar mas, y segundo para ver cómo caía la gente en la misma piedra que yo, sorpresa la mía que han sido tantos los caídos y ninguno se ha sentado a mi lado a preguntar el porqué del camino, porqué de la piedra o porqué estoy sentado.


Seguiré sentado al lado del camino, volverá a caer el viejo, volverá a caer el yo soy y volverá a caer el diablo, pero estoy seguro que un día llegará aquel que mire antes de pisar, que vea mas allá de la piedra, se pare al lado del camino, se siente a mi lado y me diga ¿caminamos juntos?.

miércoles, 14 de enero de 2015

Quitándole telarañas al buzón

Dicen que los amigos son los que mejor te conocen y los que te pueden dar los mejores consejos, haciéndole caso a un amigo voy abrir la puerta a las emociones, darle otra vuelta de tuerca a la vida, subir escalones de uno en uno ya que de tres en tres cansa y no te das cuenta las vivencias que dejas en los que saltas. Volver tiene de malo el pecar de soñar repetido y tiene de bueno el poder expresar lo que uno siente, si se queda dentro corres el riesgo de que el veneno de demasiadas vueltas, oxigenar tiene que ser sano pues lo hace hasta el vino y no hay viña mala, solo gustos delicados. Ahora que todo el mundo es feliz para que los demás vean que lo es, que es tiempo de tirar la bala antes de mirar a quien va dirigida, ahora que navegamos hacia el abismo, que juzgamos hasta el cantar de los pájaros, y está de moda poder, creo que puedo volver a por la llave donde está guardada la melancolía, y quitar las telarañas al buzón de los recuerdos.