lunes, 19 de diciembre de 2011

Gracias Navidad.

Hoy  he tenido la suerte de volver a ver tu cara, hoy que es un día cualquiera de un año cualquiera, he vuelto a sentir tu dulzura y tu templanza, y es que por más que corra mi vida, por más intenso que viva los momentos, tú me sigues ofreciendo lo mismo que cuando nos conocimos, protección, seguridad para que allí donde yo este sienta tu calor a mi lado, todavía me pregunto él porque me has elegido a mí para acercarte a Granada, da vértigo el mirar toda la gente que te rodea , y que soy yo quien esté en el peldaño más cercano a ti, el de velar por ti y que tus lagrimas nunca caigan al suelo.

Hoy escribo estas letras para darte las gracias por revivir la historia, vivimos once meses a la carrera, y en el último te miramos a la cara y te decimos que grande eres madre, grande por la fuerza de concebir sin pecado, por enseñarnos que hay que vivir en unión, en familia, te dio igual el establo, el dolor y el frio, nos enseñaste que la familia se crea desde la unión y la unión desde el amor, cada navidad admiramos tu grandeza, tú que fuiste capaz de darle la máxima felicidad a un niño y a la vez lo enseñaste a perdonar y respetar, Tenemos que vivir once meses al año para darnos cuenta en el último que tú que estuviste a su lado, que lo seguiste la primera y fuiste derramando su fe, que fuiste la primera navidad, su primer regalo, y una bendición para este mundo que tan poco entiende de amor y tanto de veneno.  

No me cansaré de mirar tu cara y agradecer la oportunidad de tenerte tan cerca, perdón por esperar once meses para decirte que te quiero y darte las gracias por hacerme dormir tranquilo todas las noches, sabiendo que cuando me llegue la hora, estarás en el último peldaño para tenderme la mano y acercarme a los tuyos, igual que yo ahora cada Lunes Santo te acerco a los míos.